Sorprendentemente, hace algunos días, buscando entre las redes sociales me topé con un grupo que instaba al ayuntamiento de mi ciudad, Nules, al cumplimiento de la Ley de memoria histórica.
Algunos de los perfiles adheridos a éste, comentaban que era un clamor popular la imperiosa necesidad de eliminar "las placas" existentes en nuestro municipio que de alguna forma honraban a un sector de aquella contienda. Y entrecomillo "placas" ya que en este grupo alude a muchas, y éste que escribe sólo es conocedor de la existencia de dos. Las dos en la fachada de la Iglesia Arciprestal en la plaza mayor de Nules.
Pues bien, aunque es un peliagudo tema, reflexionemos sobre él.
Una de ellas, contiene una gran cruz y la siguiente inscripción, y cito textualmente: 'José Antonio Primo de Rivera PRESENTE'. Referenciando claramente a una personalidad de la época y que perteneció a uno de los mal llamados 'bandos'. Particularmente no soy de los que sienten un picor visual al dirigir sus ojos hacia ella, aunque tampoco soy de los orgullosos de su existencia. Simplemente la veo como un capítulo más de nuestra historia que esta ahí y si quieren que la quiten. No me importa.
La otra, contiene la siguiente inscripción: CAÍDOS POR DIOS Y POR ESPAÑA, y a continuación una veintena de nombres tanto de clérigos como de laicos que murieron en aquellos fatídicos días y sólo por el hecho de alzar la voz diciendo: 'VIVA CRISTO REY'.
No entraré en si mis creencias religiosas me decantan más hacia un sector u otro, pero bien es cierto que aquellas personas, de las que aún hoy sus familiares lloran su pérdida y lamentan no poder ir a su tumba a dejar flores o rezar una simple oración, no son culpables de pertenecer a ninguno de los bandos. Sólo tenían una culpa, creer en Dios, y defenderlo hasta la muerte. Hecho que les honra y que de ninguna manera debemos permitir que sus nombres caigan en el olvido.
Por eso, esa humilde placa, debe ser la vergüenza para unos y el orgullo para otros, pero sobretodo el recuerdo de aquellos a los que todavía hoy ningún gobierno ha buscado y desenterrado para que descansen en paz.
De hay el título: memoria . . . . histórica?. Muy bien.
Pero para todos? o sólo para algunos?
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La Ley de la Memoria Histórica no es una ley cualquiera, sino es una ley llena de odio, de un odio que no ha conseguido eliminarse en la transición española y de un odio que todavía persevera. Si te das cuenta, esta ley sólo busca ensalzar a los caídos en el bando rojo, en el bando que perdió, pero que en ningún momento ahonda en las pérdidas causadas por los asesinatos del ejercito rojo, que también hubo y muchos,
ResponderEliminarel estudio de la historia nos debe servir para aprender las cosas sucedidas en el pasado y no volver a caer en los mismos errores, pero no para recuperar el odio vivido en aquellos años.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Simplemente la ves como un capítulo más de nuestra historia que esta ahí?
ResponderEliminarMenudao empanada intelectual tienes. Las placas a que te refieres tienen 2 componentes claros. Por un lado sibolizan que las victimas del bando golpista están sacralizadas y reconocidas y por otra parte sirven de didáctica popular. Obviamente el mensaje ha calado profundamente en mentes simples como la tuya, carentes de todo análisis crítico, pues eres incapaz de ver que con esa placa se olvida y se humilla día a día a las víctimas del orden democrático, es decir, el republicano. Ahí estan para que los hijos de esas otras víctimas, los nietos, las vean en los festejos populares, en los actos públicos que se celebran constantemente en la plaza del pueblo y en la mismísima puerta de la iglesia.
Además, que la inglesia siga manteniendo su complicidad con el franquismo es una prueba más de su esencia escasamente democrática.